martes, 6 de marzo de 2012

Una mujer sentada en Valparaíso
acaricia un gato
No hay mayor comodidad para un
felino que el regazo de su mujer
Todo está inacabado pero sería
torpe culpar al padrone
Todo está inacabado pero aquí
nos encontramos nosotros
Todo está inacabado cuando
cierras los ojos y tu nombre no
te pertenece amarrado a tu extraña
infancia.
Nací viejo e impulsivo
preguntándolo todo y no
entendiendo nada
Tú naciste pequeña viendo
por la ventana,
todo esto con una quietud
interminable.
Como ese silencio que
deja una huella en el tiempo
antes de las primeras palabras
y nos lleva a golpearnos como
dos demonios de temible poder.
Hoy, no mañana, siempre hoy.


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